martes, 24 de julio de 2007

AMOR

Un hombre fue a visitar a un sabio consejero y le dijo que ya no quería a su esposa y que pensaba separarse. El sabio lo escuchó, lo miró a los ojos y solamente le dijo una palabra: "Ámala". -luego se calló- Pero es que ya no siento nada por ella. " "Ámala," -reiteró el sabio-.
Y ante el desconcierto del visitante, después de un oportuno silencio, el viejo sabio agrego lo siguiente:
Amar es una decisión, no un sentimiento.
Amar es dedicación y entrega.
Amar es un verbo y el fruto de esa acción es el amor.
El Amor es un ejercicio de jardinería: Arranca lo que hace daño, prepara el terreno, siembra, sé paciente, riega, procura y cuida.
Está preparado, porque habrá plagas, sequías o excesos de lluvias, más no por eso abandones tu jardín. Ama a tu pareja, es decir, acéptala, valórala, respétala, dale afecto y ternura, admírala y compréndela. "Eso es todo, Ámala".
Por eso, la vida sin amor te lleva a tener estos defectos: La inteligencia sin amor, te hace perverso.
La justicia sin amor, te hace hipócrita.

El éxito sin amor, te hace arrogante.
La riqueza sin amor, te hace avaro.
La docilidad sin amor, te hace servil.
La pobreza sin amor, te hace orgulloso.
La belleza sin amor, te hace ridículo.
La verdad sin amor te hace hiriente.
La autoridad sin amor, te hace tirano.
El trabajo sin amor, te hace esclavo.
La sencillez sin amor, te envilece.
La oración sin amor, te hace introvertido.
La ley sin amor, te esclaviza.
La política sin amor, te hace ególatra.
La fe sin amor, te hace fanático.
La cruz sin amor, se convierte en tortura.
La vida sin amor, no tiene sentido.

Desconozco el autor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta la versión del autor solo le critico un solo punto: "el amor no es una decisión primero es un sentimiento"...
El amor es algo instintivo, que proviene de las entrañas de tu alma, de tu ser...
Cuando te entregas al amor es cuando decides amar... dar el todo por el todo hasta lo que no existe.
Yo no puedo elegir amar a alguien por conveniencia, por simpático o tener dinero, porque el acto de amar se entrega pasión, erotismo, delicadeza, ternura y seducción. Sabiendo q el otro es tu cómplice en forma natural y no mecanizada, no es un razonamiento es un sentimiento.
Y por último quisiera agregar que cada vez que hiciéramos la elección de amar podríamos saber también si ese amar es sano o no, pues, no seríamos tan irracionales de enamorarnos de alguien que nos dañaría.